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Una separación limpia

Instalación compacta de deshidratación de biomasa

La depuradora municipal de Diepholz es uno de los clientes de ISV-Umwelt.

Los lodos de depuración se acondicionan para el tratamiento térmico mediante una centrífuga. Un amplio conjunto de sensores permite una supervisión precisa de la instalación, tanto in situ como a distancia. Además, gracias a IO-Link, las operaciones de montaje, puesta en marcha y servicio técnico se desarrollan de forma especialmente eficiente.

Alemania genera anualmente casi 2 millones de toneladas de lodos de depuración en sus aproximadamente 10000 plantas depuradoras. Mientras que antes la mayor parte de los lodos de depuración se utilizaban como fertilizantes en el sector agrícola, en la actualidad se reciclan cada vez más lodos de forma térmica por motivos medioambientales. La ley en Alemania obliga a que, antes de 2029, todos los lodos de depuración sean procesados en plantas de monoincineración para la recuperación del fósforo.

Sin embargo, para que estos lodos de depuración puedan utilizarse como combustible, es necesario separar previamente su contenido sólido del alto contenido en agua, el cual supone más del 97% de la masa.

Aquí es donde entra en juego la empresa ISV-Umwelt de Langelsheim. El fundador y director general, Sven Penkwitt, explica: "Construimos instalaciones móviles de deshidratación de biomasa y las alquilamos a nuestros clientes de forma temporal o permanente".

Uno de estos clientes es la depuradora municipal de Diepholz, donde ISV-Umwelt instala una de sus instalaciones cuatro veces al año por espacio de una semana. "Durante este tiempo, de unos 2.400 metros cúbicos de lodos que se acumulan en grandes tanques durante un período de tres meses, se separan alrededor de 72 toneladas de materia seca que después puede utilizarse para el reciclaje térmico".

Separación mediante centrífuga

La instalación de separación es un sistema autónomo y está alojada en un contenedor móvil de 12 metros de longitud. Su pieza central es la centrífuga decantadora. El tambor de esta centrífuga gira a 3200 revoluciones por minuto, generando fuerzas centrífugas equivalentes a 3000 veces la aceleración de la gravedad. Al recoger los lodos de depuración de las cubetas colectoras mediante una bomba y una manguera, los sólidos pesados son presionados hacia el exterior. Desde aquí, se descargan mediante transportadores de tornillo sinfín, mientras que el agua más ligera permanece en el centro del tambor y después se evacúa. A continuación, una cinta transportadora los lleva hasta un contenedor de recogida para su transporte a la planta de cogeneración. A fin de optimizar este proceso de separación, se añade un floculante. La elección del tipo y la dosis de este producto dependerá de la composición de los respectivos lodos de depuración.

Para lograr un resultado óptimo de deshidratación, el proceso debe poder adaptarse individualmente en varios puntos. Y aquí es donde entra en juego ifm: como especialista en automatización, ifm ofrece una amplia gama de sensores y soluciones de automatización que permiten ajustar con precisión las secuencias del proceso, así como visualizar y diagnosticar de forma transparente hasta el último detalle.

Monitorización de la centrífuga

Los dos cojinetes principales de la centrífuga están sometidos a fuerzas extremas cuando el pesado tambor hace girar los lodos de depuración, a veces de forma no homogénea, a una gran velocidad. Por ello, se han atornillado dos sensores de vibración VVB en cada cojinete para el control permanente del comportamiento de las vibraciones.

La desviación en el patrón de vibraciones permite detectar rápidamente si no es posible un adecuado procesamiento de la masa transportada, o lo que es lo mismo, su correcta separación, debido, por ejemplo, a una consistencia o viscosidad inadecuadas, o bien a la entrada de grumos de gran tamaño en la centrífuga. Gracias a esta detección, el personal de servicio técnico podrá intervenir y, por ejemplo, reducir la velocidad de la centrífuga para evitar daños.

El desgaste de los cojinetes del tambor también se detecta en una fase temprana a través de un aumento de la amplitud de la oscilación, generándose una señal de mantenimiento. Además, el sensor de vibración lleva integrado una sonda de temperatura. El incremento de los valores de temperatura indica un aumento de la fricción debido al desgaste. Sven Penkwitt: "El sensor de vibración nos permite detectar con antelación cuándo hay que sustituir un cojinete. Así podemos evaluar la urgencia y, en el mejor de los casos, planificar los trabajos de mantenimiento de la instalación afectada, de modo que se puedan ejecutar entre dos operaciones en el propio emplazamiento del cliente. En cualquier caso, siempre estamos informados. Somos capaces de evitar de forma fiable, o al menos reducir al mínimo, cualquier daño imprevisto relacionado con una parada en las instalaciones del cliente".

Grupo hidráulico

En el eje central de la centrífuga se encuentra un transportador de tornillo sinfín de alto par y accionado hidráulicamente que compacta los sólidos y los expulsa hacia el exterior. La presión es generada por un grupo hidráulico con accionamiento eléctrico. Un sensor de presión PV8 con un rango de medición de 0 a 250 bares mide la presión hidráulica a fin de controlar el motor eléctrico de la bomba mediante un convertidor de frecuencia. Por consiguiente, por medio de la presión se controla el accionamiento del tornillo y la descarga de sólidos de la instalación.

Este grupo hidráulico también cuenta con un sensor de nivel de la serie LI5. Este sensor detecta el nivel de aceite y también su temperatura, y emite una señal de aviso cuando se superan o no se alcanzan los valores permitidos.

Monitorización de la presión, el nivel de aceite y la temperatura en el grupo hidráulico.

Control del flujo de entrada

Para que el proceso de separación sea eficaz, es fundamental que los lodos de depuración entren en la centrífuga en la cantidad exacta. Con este objetivo, se instala un caudalímetro magneto-inductivo en el circuito de entrada. Este sensor detecta de forma fiable el caudal de una gran variedad de fluidos líquidos y viscosos. En este caso, se trata de la entrada de biomasa o lodos de depuración, cuya cantidad oscila entre los 15 y los 56 metros cúbicos por hora. En el sistema de control de la instalación, este valor de medición está vinculado tanto a la bomba de alimentación como al control de la centrífuga. El sensor funciona según el principio de medición magnético-inductivo. Ofrece la siguiente ventaja: la sección de medición está libre de cualquier elemento de medición u otro componente al que puedan adherirse los componentes sólidos de los lodos de depuración, causando la obstrucción de la tubería.

Además, el sensor también mide la temperatura de los lodos de depuración transportados. La viscosidad de estos lodos es mayor en las estaciones frías; un factor decisivo que debe tenerse en cuenta en el proceso de alimentación de la centrífuga.

Todo depende de la mezcla

Con el fin de lograr una óptima separación de fases (así es denominada la separación de líquidos y sólidos por los especialistas), se añade un floculante a los lodos de depuración. El floculante se adapta específicamente al tipo de lodos de depuración, es decir, su composición varía en función de la planta depuradora. El floculante está compuesto por agua y un concentrado de polímero. Ambos se aplican individualmente en una proporción de mezcla exacta. Para ello se utiliza un caudalímetro Vortex que mide con gran precisión el agua suministrada al depósito de preparación, regulando así la composición del floculante.

El propio depósito de preparación se monitoriza mediante el sensor de nivel LR7000, que dispone de una varilla de sonda con microondas guiadas para la medición del nivel. Este principio de medición ofrece la ventaja de no verse afectado por la formación de espuma del floculante. Además, la sonda puede acortarse fácilmente y adaptarse así a la altura del depósito.

El floculante ya preparado se introduce en la centrífuga junto con los lodos de depuración. Un caudalímetro SM8020, que funciona según el principio de medición magnético-inductivo, controla con precisión la cantidad suministrada. A diferencia del sensor Vortex, este caudalímetro no solo puede detectar con precisión agua, sino cualquier otro fluido líquido, incluido el floculante polimérico de alta viscosidad.

Medición en el depósito de almacenamiento

El tanque de almacenamiento con el concentrado de polímero se supervisa mediante el sensor de nivel KQ1000. Este sensor se monta en el exterior del depósito y detecta el nivel de llenado a través de la pared del depósito. Tres señales de conmutación con diferentes prioridades recuerdan al operario que debe rellenar el depósito. Sven Penkwitt ha encontrado aquí una solución especialmente pragmática: "En función del plazo de entrega y de la cantidad de producto requerida, la posición de montaje del sensor en el depósito de suministro puede ser más alta o más baja, lo que nos da flexibilidad en el plazo de entrega del pedido".

IO-Link lo pone fácil

Todos los sensores de esta instalación utilizan el protocolo de comunicación IO-Link. Sven Penkwitt explica las ventajas para su empresa: "IO-Link reduce el esfuerzo de cableado y permite una puesta en marcha mucho más eficiente. El cableado estructurado consiste esencialmente en atornillar conectores a los sensores y módulos. Se eliminan las fuentes de error, como los cables mal conectados. Nuestras primeras instalaciones se cableaban de forma convencional y necesitábamos unos dos días y medio para ello. Actualmente con IO-Link, se puede hacer en solo 2 horas".

Según Penkwitt, una ventaja relevante de IO-Link está en el servicio: "Ya no necesito un electricista para sustituir un sensor defectuoso; gracias a la sencilla conexión M12, básicamente cualquier persona puede sustituir el sensor". Una vez insertado el nuevo sensor, este recibe automáticamente sus parámetros del maestro IO-Link: así, los valores límite o los valores del contador se transfieren fácilmente del sensor antiguo al nuevo. "Por tanto, se puede afirmar que IO-Link minimiza el tiempo de inactividad de las instalaciones del cliente in situ".

Mientras que los sensores convencionales solo disponen de salidas de conmutación o analógicas, los sensores IO-Link también ofrecen una comunicación directamente en el sensor. Por ejemplo, la parametrización completa del sensor puede realizarse a distancia, ya sea de forma manual por parte del operario a través del software o automáticamente mediante el sistema de control como, por ejemplo, cuando se modifica una composición. Esto facilita la optimización del proceso a distancia hasta el nivel de los sensores.

Además, los sensores IO-Link ofrecen otras funciones de diagnóstico más allá del valor de medición real, como contadores de horas de funcionamiento, memorias de valores mínimos y máximos o valores sobre la calidad de la señal medida.

Sven Penkwitt: "Todas las actividades de control y supervisión de nuestras instalaciones pueden realizarse a distancia. Aquí es donde IO-Link resulta muy útil, ya que nos proporciona la máxima transparencia hasta el sensor. Esto nos permite adaptar el proceso de forma óptima y localizar rápidamente el origen del error cuando se producen fallos".

Toda la instalación puede controlarse y visualizarse a distancia. Por último, pero no menos importante, IO-Link garantiza la máxima transparencia.

Conclusión

La amplia gama de productos lo hace posible: gracias a los sensores de ifm y todas las ventajas de IO-Link, incluso una instalación compleja con muchas variables que deben tenerse en cuenta para lograr la máxima eficiencia puede ser completamente automatizada. Sin embargo, no es solo el "hardware" lo que marca la diferencia, también cuenta el servicio. Así lo resume Sven Penkwitt: "La gente de ifm sabe de qué se trata. Te entienden y te apoyan, tanto por teléfono como in situ. La disponibilidad también es excelente: llamo antes de las 3 de la tarde y al día siguiente tengo mi sensor. Esto es de gran importancia para nosotros en el ámbito del mantenimiento y el servicio; porque, al fin y al cabo, yo soy responsable ante mis clientes. No conozco a casi ningún proveedor del sector electrotécnico que se acerque a este nivel de rendimiento. Por eso confiamos en ifm siempre que sea posible. Porque obtenemos de ellos todo lo que necesitamos: competencia, fiabilidad y rapidez".