- Sensores para análisis
- Sensores de conductividad
- Casos prácticos
Campos de aplicación de los sensores de conductividad
Uso en instalaciones de tratamiento del agua
Desde hace más de 30 años, EnviroFALK GmbH desarrolla y comercializa sistemas para el tratamiento de aguas industriales en una amplia gama de industrias en todo el mundo. Numerosos sensores de ifm supervisan este exigente proceso de tratamiento para garantizar una calidad permanente del agua ultrapura.
Entre estos sensores, se incluye el sensor de conductividad LDL101. Este sensor es siempre la elección correcta cuando es crucial mantener la pureza del agua para la calidad del producto o la seguridad del proceso. A lo largo del propio proceso, el sensor de conductividad controla la concentración de iones en el agua e informa a tiempo de la necesidad de sustituir los cartuchos del intercambiador de iones.
Informe de aplicación H2Powercell
La empresa emergente H2 Powercell considera el hidrógeno como parte de una solución climática integral y se ha fijado el objetivo de ponerlo a disposición del público en general. Esta empresa desarrolla sistemas para el suministro energético del mañana con el fin de avanzar juntos hacia un futuro neutro para el clima.
Uno de estos sistemas es el H2PowerCube. Con la ayuda de la electrólisis del agua, se produce hidrógeno en el interior del Cube y se almacena en un tanque. Cuando surge una demanda de energía, se recurre a este H2 almacenado para generar electricidad y calor mediante una pila de combustible de baja temperatura tipo PEM. Lo único que necesita el Cube para un suministro de energía respetuoso con el medio ambiente es electricidad verde, que, por ejemplo, se puede obtener a través de una instalación fotovoltaica.De todo los demás se encarga el propio sistema de forma autónoma y, para ello, confía en los sensores de ifm. Por ejemplo, el sensor de conductividad LDL101 supervisa la calidad del agua ultrapura necesaria para la producción de H2. De este modo, se puede producir hidrógeno puro a partir del agua más pura, y todo esto de forma ecológica.
Limpieza sin residuos con agua ultrapura
Nuestro cliente Maschinenbau Silberhorn GmbH, queforma parte del grupo internacional Silberhorn, está especializado, entre otras cosas, en el desarrollo y la construcción de instalaciones para la limpieza industrial de piezas.
A fin de obtener mejores resultados y una limpieza sin residuos, en algunas instalaciones se emplea agua ultrapura en el proceso de aclarado final. Para un uso responsable y cuidadoso de este recurso, el agua ultrapura se almacena en un tanque, desde donde se suministra repetidamente al proceso. Para mantener constante la calidad del agua ultrapura, se utiliza un intercambiador de iones que se encarga de la filtración continua del agua. Con el fin de garantizar el rendimiento del filtro y, por tanto, la calidad del agua ultrapura, se usa el sensor de conductividad LDL101. Si el sensor indica un aumento del valor de conductividad, significará que se ha producido una reducción del rendimiento del filtro, lo que permitirá la sustitución a tiempo del cartucho del intercambiador de iones.
Limpieza sostenible y conservación de recursos
La empresa MAFAC está especializada en la limpieza de piezas industriales por medios acuosos y ofrece máquinas estándar de una sola cámara que se pueden adaptar a los requisitos de limpieza específicos del cliente mediante múltiples opciones.
Nuestro sensor de conductividad LDL220 está integrado en el equipo Palma de MAFAC, en donde desempeña una importante tarea. Con el fin de hacer un uso eficiente de los recursos, el agente limpiador empleado en el proceso de limpieza se reutiliza varias veces y se almacena temporalmente en un tanque. Para poder reutilizarlo, este líquido limpiador no debe superar un determinado grado de contaminación. Y es precisamente este grado de contaminación lo que se controla con el LDL220. El agente limpiador se sustituye cuando se alcanza un valor de conductividad previamente definido, de modo que siempre se garantiza una limpieza a fondo.
Uso en aplicaciones de agua de refrigeración y sistemas de suministro críticos
Hasta ahora, nuestro cliente venía utilizando una mezcla de glicol y agua para refrigerar los termorreguladores. En estos equipos, se han formado con el tiempo depósitos de sal y cal que han estrechado los puntos más críticos del canal de regulación. Debido a este estrechamiento y a la reducción del caudal, también disminuyó la capacidad de refrigeración en estos puntos, lo que ha provocado un deterioro de la calidad en las piezas que debían refrigerarse.
Actualmente, el cliente utiliza agua ultrapura. El agua ultrapura evita la formación de sedimentos y elimina de forma fiable los residuos de la tubería. Sin embargo, el agua ultrapura se va enriqueciendo a lo largo del tiempo a causa de los residuos. Aquí es donde entra en juego el sensor de conductividad LDL101, que supervisa permanentemente la calidad del agua ultrapura mediante el valor de conductividad. Si la conductividad aumenta, el cliente puede tomar medidas a tiempo e introducir agua ultrapura nueva en el proceso.
Control de la salinidad del agua de refrigeración
Un cliente de la industria de procesamiento de la carne realizaba periódicamente lecturas manuales de los salinómetros de sus tanques de agua de refrigeración situados de forma centralizada. A partir de estas mediciones, la concentración de sal se ajustaba en función de los requisitos de capacidad de refrigeración y aromatización de los alimentos. Sin embargo, las mediciones inexactas provocaban desviaciones que resultaban cada vez más costosas.
En la actualidad, el cliente utiliza el sensor de conductividad LDL2xx para la medición automatizada de la concentración de sal. Ahora el cliente tiene siempre a la vista la información sobre la concentración por medio del valor de conductividad, lo que le permite planificar los ajustes de la concentración en una fase temprana.
Limpieza basada en condiciones en el proceso CIP
Uno de nuestros clientes, propietario de una quesería, confía en las modernas tecnologías para procesar la leche fresca y cuenta para ello, entre otras cosas, con el apoyo de nuestro sensor de conductividad LDL220.
Los dos valores del proceso de mayor importancia son la temperatura y la conductividad. La temperatura es un valor del proceso decisivo, ya que los ciclos de limpieza no finalizan hasta que se alcanza una temperatura predefinida. Por otro lado, la conductividad proporciona información sobre el progreso del último ciclo de limpieza: el enjuague de los conductos de producto con agua. El sensor detecta cuándo se ha eliminado por completo el detergente, evitando así la contaminación del producto procesado, por ejemplo, la leche.
El resultado: gracias a la implantación de la limpieza basada en condiciones, el proceso se optimizó de forma sostenible, reduciendo el consumo de agua y energía, así como manteniendo una calidad constante.
Aumento de la eficiencia gracias a una clara separación de fases
Un proveedor de maquinaria, que opera principalmente en la industria alimentaria, pudo aumentar significativamente la eficiencia de sus instalaciones CIP con el sensor de conductividad LDL100. Las fases del proceso se pueden detectar ahora claramente cuando se produce un cambio en los valores de conductividad, lo que ha permitido optimizar el consumo de productos químicos y de agua en el proceso de limpieza.